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El año 2024 se perfila como un período crucial para el mercado inmobiliario peruano, caracterizado por una serie de transformaciones y desarrollos importantes. Impulsado por la recuperación económica pospandemia y cambios en las políticas gubernamentales, el sector muestra señales de revitalización y expansión. Este análisis aborda las tendencias actuales en la venta de viviendas, el impacto de las tasas de interés, las iniciativas de vivienda de interés social, la incorporación de tecnología e innovación, y los desafíos y oportunidades que enfrenta el mercado.
En 2024, el mercado inmobiliario peruano ha experimentado una recuperación notable, evidenciada por un aumento del 5% en las transacciones inmobiliarias durante el primer trimestre, comparado con el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento está vinculado a una demanda acumulada, condiciones financieras favorables y un contexto de recuperación económica. Lima Metropolitana sigue liderando el mercado, pero ciudades como Arequipa, Trujillo y Piura también han mostrado un aumento significativo en la actividad inmobiliaria.
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) ha reducido la tasa de interés de referencia a 4.25%, buscando estimular el crecimiento económico y facilitar el acceso a la vivienda. Este ajuste ha mejorado las condiciones para los créditos hipotecarios, cuyas tasas de interés varían entre 6% y 9%, dependiendo del perfil del solicitante y del plazo del préstamo.
Las instituciones financieras han flexibilizado algunos requisitos para acceder a créditos hipotecarios, lo que ha permitido a un mayor número de personas acceder a la propiedad de una vivienda. Los requisitos comunes incluyen un ingreso mínimo mensual de 2,500 soles, un historial crediticio favorable y una cuota inicial que oscila entre el 10% y 30% del valor del inmueble. Además, se han introducido programas específicos para jóvenes compradores, con opciones de tasa fija y mixta.
El gobierno peruano ha intensificado sus esfuerzos para fomentar la vivienda de interés social a través de programas como el Fondo MiVivienda, que en 2024 ha ampliado su cobertura y ha aumentado el Bono del Buen Pagador hasta 25,700 soles para viviendas de hasta 84,100 soles. Estas iniciativas están diseñadas para reducir el déficit habitacional y mejorar el acceso a viviendas dignas para familias de bajos y medianos ingresos.
Entre los proyectos destacados se encuentra “Ciudad Bicentenario” en Ancón, Lima, que planea construir 25,000 viviendas. También, “Nueva Arequipa” y “Trujillo Moderno” se han desarrollado en regiones, ofreciendo soluciones habitacionales a precios accesibles. Estos proyectos se caracterizan por la integración de tecnologías sostenibles y su ubicación estratégica.
La tecnología ha revolucionado el proceso de compra-venta de propiedades en Perú. En 2024, las herramientas digitales, como plataformas en línea y aplicaciones móviles, se han vuelto indispensables. Las visitas virtuales y las transacciones electrónicas se han convertido en la norma, mejorando la eficiencia y seguridad del proceso de adquisición de inmuebles.
La implementación de tecnologías de construcción inteligente y el aumento de edificios sustentables son tendencias clave en 2024. Las construcciones con certificación LEED y el uso de materiales ecológicos reflejan una creciente conciencia ambiental entre los desarrolladores y compradores. Además, la integración de sistemas de domótica es cada vez más común en propiedades de alta gama, ofreciendo características como el control remoto de iluminación, temperatura y seguridad.
El marco regulatorio del sector ha sido objeto de cambios importantes para promover la transparencia y proteger a los consumidores. La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) ha fortalecido la supervisión sobre los créditos hipotecarios, mientras que el Ministerio de Vivienda ha implementado reformas para agilizar la obtención de licencias y permisos de construcción.
Se espera que el sector inmobiliario mantenga un crecimiento sostenido del 4% anual hasta 2026. Este crecimiento está respaldado por la estabilidad macroeconómica y la continua demanda de vivienda. Las oportunidades de expansión son particularmente fuertes en el desarrollo de ciudades intermedias y nuevos polos urbanos, impulsados por proyectos de infraestructura como la ampliación del Metro de Lima.